Puerperio y re-conección
¿Qué lugar pueden ocupar los psicodélicos en facilitar el establecimiento del vínculo cuando el estrés y la desregulación hormonal tienden hacia la desconección?
En este artículo exploramos algunas de las complejidades de la maternidad en el puerperio y el rol que pueden tener los psicodélicos a la luz de nuevas investigaciones. Su potente efecto empatógeno podría facilitar la conección en los primeros meses de vida y afectar positivamente la salud mental de los dos.
Durante el posparto, muchas madres enfrentan una tormenta silenciosa: agotamiento, ansiedad, tristeza, y una montaña de emociones que muchas veces cargan solas. A esto se suma la expectativa social idílica de que la maternidad debería vivirse como un momento de felicidad y gracia.
A menudo la realidad suele ser distinta: junto al cansancio físico y el estrés, puede aparecer una sensación de desconexión inesperada con el bebé, como si un abismo se interpusiera entre los dos. Algo que puede condicionar significativamente la maduración neurológica en el infante y producir consecuencias como el retraso en la maduración o adquisición del lenguaje, entre otras más graves.
¿Qué sucedería si, al fusionar la precisión de la ciencia con la profundidad de la espiritualidad, las terapias asistidas con psicodélicos pudieran funcionar como puente sagrado para re-conectar y sanar el vínculo entre madre e hij@? ¿Podrían convertirse en una clave para facilitar el armado del vínculo primario en la maternidad cuando este se complica?
Etapa de puerperio y depresión posparto.
El puerperio es el periodo que comienza después del parto. Su duración varía de una mujer a otra pudiendo extenderse desde cuarenta días hasta un año.
Durante este periodo el cuerpo de la mujer se recupera de las innumerables transformaciones fisiológicas que ocurren durante el embarazo. Experimenta una serie de cambios drásticos, como la involución uterina, donde este órgano vuelve a su tamaño y posición normal. La expulsión de la placenta, la producción de leche materna y una nueva revolución hormonal, son solo algunos ejemplos.
En esta etapa de alto estrés fisiológico emocional muchas madres se sienten desorientadas y frágiles. No solo por estar lidiando con una nueva serie de cambios a nivel físico y emocional, sino que también se suma el agotamiento, nuevos miedos y la ansiedad de además en un poco tiempo, tener otra vida a cargo, en un panorama de más menos incertidumbre existencial.
Todo esto dibuja un mapa complejo donde el cuerpo y la mente de una madre intentan reconciliar lo biológico con lo emocional. El periodo de posparto, cargado de vulnerabilidad, se convierte en una etapa crítica donde la salud mental puede cambiar rápidamente: desencadenando o intensificando cuadros depresivos.
Depresión post parto y la dimensión del tabú.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-V) clasifica la depresión posparto como un trastorno depresivo mayor que afecta aproximadamente a una de cada siete mujeres, según datos de la American Psychiatric Association.
Puede afectar a cualquier madre: aquellas con embarazos sencillos como a las que tuvieron embarazos complejos; madres primerizas o con más hijos; quienes atraviesan el embarazo solas o acompañadas, sin importar edad, clase social, etnia o raza.
Este padecimiento irrumpe entonces como un tabú, en un contraste incómodo con el relato social de una maternidad plena y feliz. Muchas mujeres, al no experimentar el sentimiento de “realización personal” del que tanto escuchamos, sienten como si estuvieran fallando en un rol que deberían estar cumpliendo a la perfección.
Dejar de transitar el padecimiento en soledad.
Como muchas madres con depresión posparto, Melissa Lavasani , relata cómo la experiencia de su segundo embarazo no fue nada parecida a la primera, se sintió atrapada en una tormenta de emociones incontrolables: “Otras madres que conocía parecían tener todo bajo control. Pensaba, ¿por qué soy la única que está luchando con esto? Simplemente ponía una cara feliz y fingía que todo estaba bien. Pero no lo estaba. Tenía un constante murmullo de autocrítica negativa en mi cabeza, una voz que me recordaba lo terrible que era como esposa y madre”, describe en una entrevista con Good Housekeeping.
Abrumadas por el agotamiento físico, el desequilibrio hormonal y la presión social de sacar a relucir el instinto maternal que “toda mujer debería tener”, se ven envueltas en una desconexión emocional profunda con ellas mismas y con el recién nacido.
Podríamos entonces dibujar un panorama más acabado sobre cómo puede ser la maternidad en estos términos, alejándonos del imaginario social que lo retrata como un viaje de conexión con un nuevo ser, a algo más parecido a un recorrido intensamente desafiante y difícil para muchas madres que luego del parto se encuentran lidiando no sólo con los disbalances neuroendocrino propios del puerperio, sino también teniendo que caretearla y padeciendo en soledad.
A esta altura ya podemos entender claramente que la depresión posparto no solo afecta a la madre. Los bebés también pueden expresar problemas en su posterior maduración emocional y cognitiva, debido a la dificultad de establecer un vínculo seguro en los primeros meses de vida.
La detección y la atención temprana en estos momentos son cruciales para mitigar padecimientos que pueden ser reversibles abordados de manera efectiva. Si tenés dudas o necesitas atención en CABA el Hospital Gutierrez es referente en atención pediátrica. También podes buscar información en FLENI.
Abriendo nuevos portales psicodélicos.
Las modalidades de tratamiento actuales para la depresión posparto están en gran medida basadas en los diseños que son utilizadas para el trastorno depresivo mayor (TDM).
En las pacientes con trastornos leves y moderados normalmente se sugiere la psicoterapia como tratamiento inicial. En casos más graves, donde la depresión incluye pensamientos suicidas, comportamientos de riesgo o rasgos psicóticos, las pacientes suelen requerir una combinación de farmacoterapia y psicoterapia. Los antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), son considerados como relativamente seguros y efectivos, incluso en madres en periodo de lactancia.
Sin embargo, la efectividad es limitada. Se estima que entre el 30-40% de los pacientes con depresión no responden adecuadamente a los SSRI. Por otro lado, una publicación de la prestigiosa revista científica The Lancet de 2018 constata que los SSRI tienen una tasa de respuesta absoluta de aproximadamente 50-60% en la reducción de los síntomas depresivos. Aunque la tasa de remisión absoluta (desaparición casi completa de los síntomas) con SSRI fue de aproximadamente 30-40%.
Un estudio titulado "Depresión post-parto: un rol para los psicodélicos?" de 2022 explora la posibilidad de utilizar la terapia asistida con psicodélicos como alternativa para tratar la depresión posparto. Este estudio abre una puerta y sus resultados demuestran no solo seguridad sino también señales prometedoras de eficacia:
“Se ha demostrado que la psilocibina cataliza un sentido de ‘reconexión’ en participantes con depresión mayor (MDD). Este efecto, aplicado a la depresión posparto (PPD), al fomentar un sentido de ‘reconexión’ en la madre, podría permitir una mejora del estado de ánimo y una mayor sensibilidad materna hacia el bebé, lo que impactaría positivamente en la gratificación del rol materno y en la relación madre-hijo" .
Los psicodélicos como una herramienta para la conexión.
Los efectos de la psilocibina y el MDMA como antidepresivos y empatógenos han generado un creciente interés en la neurociencia y la psicología clínica, especialmente por su potencial para abordar trastornos emocionales complejos como la depresión y el estrés postraumático.
Investigaciones realizadas en el Imperial College de Londres han demostrado que la psilocibina, administrada en dos dosis de 25 mg con un intervalo de tres semanas entre ellas, puede ser tan efectiva como un tratamiento convencional con Escitalopram (25 mg diarios del medicamento durante seis semanas) para tratar la depresión. Es interesante detallar que el perfil de seguridad de la psilocibina es similar al del escitalopram, aunque sin muchos de los efectos secundarios de la antes mencionada medicación. Y además, los efectos son duraderos.
El estudio, que involucró a pacientes con depresión moderada a severa, encontró que la psilocibina no solo reducía significativamente los síntomas depresivos, sino que también promovía una sensación de bienestar emocional y una mayor apertura psicológica en los participantes, brindando mejoras significativas incluso luego de la primera dosis.
Si bien el potencial terapéutico de los psicodélicos está siendo cada vez más estudiado, la investigación sobre su uso para tratar la depresión posparto está en sus primeras etapas.
El tratamiento con psicodélicos podría ser beneficioso no solo para aliviar los síntomas de la depresión sino también para facilitar la conexión entre la madre y el bebé y así asegurar un menor riesgo de desarrollo de patologías o condiciones severas en el desarrollo.
Apertura, mayor sensibilidad y conección.
El MDMA, en particular, tiene un gran potencial para fomentar la empatía y la conexión interpersonal. En el contexto de la maternidad, su capacidad para facilitar la apertura emocional podría ayudar a las madres a reconectar con sus emociones y superar la desconexión asociada a la depresión posparto. El MDMA impacta directamente en la amígdala, reduciendo el miedo y la ansiedad, aumentando también la liberación de oxitocina, la hormona del amor, lo que facilita la creación de vínculos afectivos profundos.
También aumenta la sensibilidad táctil y el deseo de contacto físico, lo que podría significar un gran beneficio para el desarrollo óptimo del bebé: el contacto piel a piel con sus madres estabiliza la temperatura, la respiración, el ritmo cardiaco, disminuye el estrés y facilita el desarrollo del vínculo afectivo entre madre e hijo.
Melissa, quien experimentó los síntomas de la depresión post parto, encontró la forma de aliviarlos mediante el uso de psicodélicos como los hongos psilocibios y la Ayahuasca: “Parte del entumecimiento causado por la depresión comenzó a disiparse. Podía oler y saborear las cosas con normalidad otra vez. Mi esposo dijo que caminaba más erguida, hablaba de manera diferente y volvía a interactuar con mis hijos. A medida que la niebla comenzaba a despejarse, me involucré aún más en mi propia recuperación y sentí la motivación de regresar a la psicoterapia."
Es esencial trascender el tabú asociado a los psicodélicos y dar lugar a un debate serio y adulto para comprender los beneficios y los riesgos en el tratamiento de la depresión posparto, dando la oportunidad a las madres y a sus hijos de sanar de una manera más profunda y en menor tiempo.
¿Pasaste o conoces a personas que hayan pasado por una depresión post parto? ¿Consideraste utilizar microdósis o en alguna otra forma?
¿Lo hiciste sola o con acompañamiento?