Un horizonte fungible: la Micología como puente cultural
En diálogo con el reconocido micólogo Alejandro Sequeira. Una aventura de conocimiento para reconectar con la naturaleza.
20 años estudiando especies de la región, investigando y escribiendo libros sobre micología, además de su compromiso con la divulgación y su entusiasmo por el fascinante reino fungi, vuelven a Alejandro uno de los referentes principales de un movimiento cultural que cobra cada vez más fuerza en el cono sur.
El inexplorado mundo de los hongos silvestres
A lo largo de su trayectoria, Alejandro ha tomado la decisión consciente de profundizar en la identificación taxonómica de los hongos (Taxonomía: ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación). "Soy un apasionado por la identificación de lo que nos ofrece la naturaleza. He dedicado mi vida a entender qué especies tenemos en nuestra región y cómo se relacionan entre sí", explica, subrayando su enfoque en el conocimiento como una forma de relacionarnos con el mundo.
Hace dos décadas existía un conocimiento muy limitado de los hongos silvestres en Uruguay, a excepción de algunas contribuciones significativas como el libro del doctor Rodolfo Talice. Su inquietud por documentar y entender la diversidad fúngica lo llevó a establecer redes con micólogos de Argentina y más allá. "Al principio, me sentí como un explorador en un océano de desconocido. Necesitaba conectar con otros para no sentirme tan solo en esta búsqueda", relata sobre sus inicios en el estudio fúngico.
Generando una comunidad fúngica
"Me he dedicado a la gastronomía y a la clasificación de hongos, construyendo puentes con otros especialistas", explica. En colaboración con el CONICET, Sequeira ha co-editado Crónicas del Reino de los Hongos, una obra que aborda la investigación y la divulgación científica en la región del Río de la Plata. "La publicación de este libro fue un paso fundamental, una forma de unir esfuerzos y compartir lo que hemos aprendido. Durante años, no había un soporte formal para este conocimiento", menciona, reflejando su compromiso con la educación.
Psilocybe y autocultivo
A medida que la conversación se adentra en la sensibilidad cultural respecto a la micofilia (literalmente “amor por los hongos”), surge la pregunta sobre el autocultivo de hongos Psilocybe, un tipo de hongos que produce una molécula mimética de la Serotonina por lo que se le ha dado 2 veces la nominación de terapia innovadora por la FDA (administración federal de drogas y alimentos de EEUU) en el marco del desarrollo de las terapias asistidas con psicodélcos, específicamente para cuadros relacionados a la depresión. "Cultivar es un acto de autodeterminación y conexión con lo natural. En un mundo donde nos sentimos desconectados, esta práctica nos democratiza el conocimiento sobre lo que consumimos", afirma, defendiendo la importancia de la autogestión.
Se cuestiona además cómo las prácticas cotidianas dentro de las formas de vivir pueden reconectar a la sociedad con sus raíces naturales y combatir la desconexión que caracteriza a la vida contemporánea. "La libertad real reside en ser conscientes de lo que cultivamos y consumimos. Cuando tenemos el control y una dimensión de conocimiento sobre nuestra alimentación, también recuperamos parte de nuestra identidad", dice con firmeza.
Un paisaje de conexión
"Los hongos nos enseñan sobre transformación y conectividad", señala el micólogo mientras plantea que su camino le invita a reflexionar sobre el ciclo vital y las interacciones en la naturaleza. "Los hongos micorrísicos son un ejemplo perfecto de lo que es la vida misma: un tejido de relaciones que se sostienen en la interdependencia", explica.
El auge por el interés en los hongos, tanto en la gastronomía como en el uso terapéutico son un signo propio de este tiempo. "Estamos en un punto de inflexión. La biología lenta, que estudia estos ciclos, se opone a la velocidad de nuestra sociedad actual, y eso genera ansiedad. Necesitamos volver a conectar con esos tiempos de la naturaleza", reflexiona.
Este movimiento que ya se está dando en la esfera cultural global busca ampliar la comprensión y el uso responsable de los hongos, subrayando su potencial terapéutico y humano. "El conocimiento y el respeto son fundamentales. No podemos perder de vista que somos parte de un ecosistema más amplio y que nuestra salud depende de ello", concluye.
Un horizonte de nuevas oportunidades
Finalmente, el micólogo menciona futuras colaboraciones y eventos en Buenos Aires, donde espera continuar fomentando el conocimiento y la apreciación de los hongos. "Crear espacios de encuentro es crucial. Quiero que cada salida al campo se transforme en una oportunidad para aprender y compartir", manifiesta, dejando una puerta abierta para nuevos diálogos y aprendizajes, mientras nos muestra las dos posibles portadas para su nuevo libro que aborda un gran recetario para trabajar con licuadoras y mixer de mano, por eso su nombre: “I mix you”.
Próximos pasos
Mientras este movimiento sigue generando pregnancia en la cultura de buenos aires y el cono sur, un horizonte de nuevas oportunidades se abre para hacer de la micología un puente cultural.
Sequeira presentará su último libro el 8 de noviembre a las 20:00 horas en el Mercado Ferrando de Montevideo en el marco del evento “Noche de las librerías”.
El 9 y 10 de Noviembre Sequeira estará compartiendo su expertise como parte del equipo docente del Workshop: autocultivo de hongos Psilocibios, junto a un panel multidisciplinario hosteado por Psicode.ar.
Además el 10 de Noviembre participará del evento organizado por Acción Fungi en Konex, y el 29 de Noviembre en Quetren quetren junto con Soledad Barruti.