“Allá, en el principio,
todas las cosas estaban juntas,
infinitas en el número
y en la pequeñez.
Y mientras todo estaba junto
el dolor era imposible
la pequeñez, invisible”.
Cristina Peri Rossi
Viaje hacia el todo: la literatura como experiencia psicodélica.
Hola, curiosa/o del mundo Fungi, bienvenida/o a la Potencia.
Soy Oriana y quiero acompañarte, a través de palabras y signos, en tus búsquedas de sentidos. A lo largo de esta nueva columna en el blog de PsicodeAr, haré un recorrido por autores y libros que han indagado en las experiencias psicodélicas desde distintas facetas: culturales, emocionales, ancestrales, estéticas, creativas, entre otras.
Así, mi propuesta es acercar, a tu propio recorrido, reflexiones de otros que colaboren con las propias. Hacerte pensar y pasear por las herramientas curativas de los psicodélicos desde metáforas y signos lingüísticos. Pero, además, poesías y ensayos que te sirvan como elementos para integrar al set y a la rutina misma , en tanto ritual de (re)aprendizaje.
Las experiencias psicodélicas se caracterizan, entre otras cosas, por fomentar la exploración individual, la conexión con el todo y el registro de lo mínimo, el afrontamiento de emociones intensas, el sentido de pertenencia, la autocompasión, la aperturas de ventanas y de otros esquemas de pensamiento. Son oportunidades de masajear y ablandar nuestros cerebros para encontrar nuevas vías; soluciones alternativas, ideas inimaginables. Reaprender como aprende un niño: totalmente despojado, sin concepto, sin una idea previa a la que acudir.
Y, por esas mismas maestrías, la Literatura puede ser una experiencia psicodélica en sí: para potenciar el cambio del sistema nervioso desde la cadencia y la pausa, como invitación a la lentitud, a salirse del tiempo, como espejo y reflejo, como ecos que llegan desde afuera y resuenan dentro, para alterar la conciencia desde la ficción, o vivenciar sentimientos intensos desde un testimonio, para arrojarle almohadas y destellos al cotidiano, distorsionar el alma con un verso, huir de la crudeza de la vigilia conociendo rituales ancestrales, reactivar procesos químicos al conmoverse con un rima.
Leer como acto de transformación
Leer, entonces, para dejarse atravesar y destruir el ego, diluirlo en los puzzles de las palabras, dejarse engañar por ellas y hacerles trampa luego. Y en la exploración que impulsan las experiencias psicodélicas, que los nuevos sentidos broten entre líneas como plantas entre el cemento.
Leer, para introducirse en la práctica de la meditación y del movimiento en simultáneo, en la quietud de la concentración que demanda posarse sobre una palabra, estar en uno, dos, tres lugares al mismo momento; sentir un olor aunque no esté presente, nadar en el océano sentado en una silla, ir hacia el Todo, encontrar lo uno en lo múltiple, y lo múltiple en lo uno, sumergirse en la posibilidad borgeana del Aleph, en la enumeración caótica de su esfera, entrelazar hilos para reproducirse y sostener la vida, imitar al micelaneo.
Acudir al llamado de la Literatura como acto de fé, sentir vívidamente el crecimiento de una planta gracias a una descripción bien detallada, ejercitar la atención plena, hacer presencia para poder emprender la búsqueda, salirse de lo humano y verse reflejado en un ser vegetal, en un animal
ladrar
maullar
croar
jugar
jugar
jugar
Te invito a mantenerte alerta, a las salidas, a la luz que aparece en algún lugar con Victor Hugo,
a pasear por la naturaleza y vivir la ecodelia con Thoreau y Falco,
a volver al origen del dolor con Masin,
a salir de la desacralización moderna con Riccardo,
a hurgar antropológicamente en los rituales mexicanos con Artaud,
a ver belleza en lo cotidiano con Huxley,
a pulverizarse los ojos con una rosa con Pizarnik,
a darse cuenta de lo mínimo y olvidar lo abstracto con Paz,
a no cesar en la exploración con T.S. Eliot,
Vamos
te invito
a pensar los efectos y las enseñanzas que dejan los psicodélicos a través de fragmentos.
a que la psicodelia esté organizada
a esparcirla, con información y cuidado
Te invito al Caos, a la crisis y a la creación que trae La Literatura
“Que la palabra no te devore, tampoco el hecho”. Octavio Paz
¿Venís?
Belleza en su máxima expresión, Ori!! Gracias!!! 🥰🤗
Si, voy!